miércoles, 3 de septiembre de 2014

Presentación Libro

He vuelto aquí, después de un tiempo, para contarles que el sábado 27 de septiembre, a las 20: 30hs, en la Sala del Cine Teatro Victoria (calle Alem 64), voy a estar presentando mi segundo hijo/libro "Amor por sobre todas las cosas".
Esta segunda aventura literaria contiene poemas, cuentos, frases, historietas, y también un CD de audio donde se pueden oír de mi propia voz, algunos de los textos.
Bueno como anticipo, les dejo la tapa del libro, y uno de los poemas. Ojalá les guste, y por supuesto están todos invitados a vivir la presentación de "Amor por sobre todas las cosas".
¡Buena vida!


Apenas “A”
A, atreverse a…
A, apenas a…
Asquerosidades, atrocidades, aberraciones, ambigüedades,
arrebatos.
Ávidos al capones alterando, aprovechando, argumentando…
aniquilando.
Arriba, arriba, arriba, apesta…
A, apenas a, alcanza.
Abusos, aprietes, amenazas…
A, “apenas”…
Absurdos, “animales”, abusadores.
A, ¡A!, ¡A!, ¡Ahh!
Ascendidos, acomodados, ahorristas, antipáticos, avejentados.
A, apenas a, alcanza.
¡Atorrantes!
Asociados, apoderados, avisados, ¡avivados!
Arañas agremiadas.
Antihumanos, avaros, aburridos,
Amargos, apagados, artificiales.
¡A!, arrugados, atrofiados,
¡Ambiciosos!, ¡Abyectos!
Apremian, asustan, atosigan, afanan…
A…
¡Abortos!
¡Atrevidos!, ¡Arrogantes!, ¡Asesinos!
Asco.
Arcadas.
Ano.
Apariencias.
Añicos.
Aguafiestas, atrabiliarios, acres.
Apáticos actores abominables…
A, apenas a, alcanza.
Ahogan, asfixian, atormentan.
“Anti” amistad, afecto, alegría, aceptación.
Aún así, ayer, ahora, atemporalmente, aquí, allá, abajo, arriba,
¡acérrimos!, anhelaremos, arriesgaremos, abucharemos,
aclamaremos; apostando absolutamente al AMOR. ¡Aprendan!




martes, 24 de junio de 2014

Un poema que me gusta mucho..

"Correspondencia del fuego" un poema de Tilo Wenner, un escritor nacido en Gral. Galarza, Entre Ríos; que lo disfruten:

Correspondencia del fuego

Mientras yo te miro, tú muestras tu alma.
Tus detalles más pequeños me conmueven;
por ejemplo, un cabello sobre tu frente, un
lunar en tu vientre.
Todos los días te descubro y describo;
al día siguiente vuelves a ser la desconocida.
Nunca faltaré a tus citas.
Nada me parece inútil en ti.
Lo revelador es el modo como compones tu
imagen.
Decir que eres la dueña de las nubes, es
apenas indicar uno de tus atributos.
Todo lo que tocas se convierte en correspondencia
del fuego.
Tus manos lucen mejores que las estrellas
en una noche de verano en el mar.
Estás llena de señales; eres como un mapa
de un país imaginario.
Eres transparente y sabia.
Tu sangre es mansa y volcánica.
Eres tan cambiante como la permanencia.
Lo que reflejan tus ojos es lo distinto que
podría ocurrir.
Siempre estás abierta.
El magnetismo que irradias contamina a todos
los que se te acercan.
Escandalizas con tu inocencia al cielo y la
tierra.
Brillás más que una garza en un plenilunio
de otoño.
Eres como una lluvia imprevisible.
Amo cada uno de tus momentos.
Eres real, y sin embargo eres la ilusión
perfecta.
Eres niña como un gran pan de azúcar.

Cuando tú me miras callo y sonrío.
                                                                              Tilo Wenner

viernes, 27 de septiembre de 2013

Litoral Black, música de Victoria para el mundo...


Litoral Black son los restos de una costa arrasada por tempestades invisibles. Una orilla resistente al golpe permanente de un mar mediocre y corrosivo. Un paisaje sonoro intentando alumbrar tanta oscuridad. 
El trío de músicos victorienses conformado por Leo García, Francisco Goin y Emilio Mateos presentará sus canciones el próximo 5 de Octubre a las 21 hs en la Agrupación Cultural de Victoria.
Sus composiciones, aunque con un espíritu esencialmente vinculado al rock, se matizan con influencias de otras vertientes musicales como el jazz.

Escuchá aquí algunos de sus temas:
https://soundcloud.com/litoral-black

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Algunas imágenes de mi ciudad, Victoria, Entre Ríos, tomadas en la zona del 5to. Cuartel.

De paseo por 5to. con Euge y Martín

                  

     

                  


                 



                  


                   


                   


                    


                                     

jueves, 5 de septiembre de 2013

Cursos de aprendizaje “ACELERADOS” según el Negro Dolina

La velocidad nos ayuda a apurar los tragos amargos. Pero esto no significa que siempre debamos ser veloces. En los buenos momentos de la vida, más bien conviene demorarse. Tal parece que para vivir sabiamente hay que tener más de una velocidad. Premura en lo que molesta, lentitud en lo que es placentero. Entre las cosas que parecen acelerarse figura -inexplicablemente- la adquisición de conocimientos.
En los últimos años han aparecido en nuestro medio numerosos institutos y establecimientos que enseñan cosas con toda rapidez: “….haga el bachillerato en 6 meses, vuélvase perito mercantil en 3 semanas, avívese de golpe en 5 días, alcance el doctorado en 10 minutos….. ”
Quizá se supriman algunos… detalles. ¿Qué detalles? Desconfío. Yo he pasado 7 años de mi vida en la escuela primaria, 5 en el colegio secundario y 4 en la universidad. Y a pesar de que he malgastado algunas horas tirando tinteros al aire, fumando en el baño o haciendo rimas chuscas, no creo que ningún genio recorra en un ratito el camino que a mí -o a cualquiera- me llevó decenios.
¿Por qué florecen estos apurones educativos? Quizá por el ansia de recompensa inmediata que tiene la gente. A nadie le gusta esperar. Todos quieren cosechar, aún sin haber sembrado. Es una lamentable característica que viene acompañando a los hombres desde hace milenios.
A causa de este sentimiento algunos se hacen chorros. Otros abandonan la ingeniería para levantar quiniela. Otros se resisten a leer las historietas que continúan en el próximo número. Por esta misma ansiedad es que tienen éxito las novelas cortas, los teleteatros unitarios, los copetines al paso, las “señoritas livianas”, los concursos de cantores, los libros condensados, las máquinas de tejer, las licuadoras y en general, todo aquello que nos ahorre la espera y nos permita recibir mucho entregando poco.
Todos nosotros habremos conocido un número prodigioso de sujetos que quisieran ser ingenieros, pero no soportan las funciones trigonométricas. O que se mueren por tocar la guitarra, pero no están dispuestos a perder un segundo en el solfeo. O que le hubiera encantado leer a Dostoievsky, pero les parecen muy extensos sus libros.
Lo que en realidad quieren estos sujetos es disfrutar de los beneficios de cada una de esas actividades, sin pagar nada a cambio.
Quieren el prestigio y la guita que ganan los ingenieros, sin pasar por las fatigas del estudio. Quieren sorprender a sus amigos tocando “Desde el Alma” sin conocer la escala de si menor. Quieren darse aires de conocedores de literatura rusa sin haber abierto jamás un libro.
Tales actitudes no deben ser alentadas, me parece. Y sin embargo eso es precisamente lo que hacen los anuncios de los cursos acelerados de cualquier cosa.
Emprenda una carrera corta. Triunfe rápidamente.
Gane mucho “vento” sin esfuerzo ninguno.
No me gusta. No me gusta que se fomente el deseo de obtener mucho entregando poco. Y menos me gusta que se deje caer la idea de que el conocimiento es algo tedioso y poco deseable.
¡No señores: aprender es hermoso y lleva la vida entera!
El que verdaderamente tiene vocación de guitarrista jamás preguntará en cuanto tiempo alcanzará a acompañar la zamba de Vargas. “Nunca termina uno de aprender” reza un viejo y amable lugar común. Y es cierto, caballeros, es cierto.
Los cursos que no se dictan: Aquí conviene puntualizar algunas excepciones. No todas las disciplinas son de aprendizaje grato, y en alguna de ellas valdría la pena una aceleración. Hay cosas que deberían aprenderse en un instante. El olvido, sin ir más lejos. He conocido señores que han penado durante largos años tratando de olvidar a damas de poca monta (es un decir). Y he visto a muchos doctos varones darse a la bebida por culpa de señoritas que no valían ni el precio del primer Campari. Para esta gente sería bueno dictar cursos de olvido. “Olvide hoy, pague mañana”. Así terminaríamos con tanta canalla inolvidable que anda dando vueltas por el alma de la buena gente.
Otro curso muy indicado sería el de humildad. Habitualmente se necesitan largas décadas de desengaños, frustraciones y fracasos para que un señor soberbio entienda que no es tan pícaro como él supone. Todos -el soberbio y sus víctimas- podrían ahorrarse centenares de episodios insoportables con un buen sistema de humillación instantánea.
Hay -además- cursos acelerados que tienen una efectividad probada a lo largo de los siglos. Tal es el caso de los “sistemas para enseñar lo que es bueno”, “a respetar, quién es uno”, etc.
Todos estos cursos comienzan con la frase “Yo te voy a enseñar” y terminan con un castañazo. Son rápidos, efectivos y terminantes.
Elogio de la ignorancia: Las carreras cortas y los cursillos que hemos venido denostando a lo largo de este opúsculo tienen su utilidad, no lo niego. Todos sabemos que hay muchos que han perdido el tren de la ilustración y no por negligencia. Todos tienen derecho a recuperar el tiempo perdido. Y la ignorancia es demasiado castigo para quienes tenían que laburar mientras uno estudiaba.
Pero los otros, los buscadores de éxito fácil y rápido, no merecen la preocupación de nadie. Todo tiene su costo y el que no quiere afrontarlo es un garronero de la vida.
De manera que aquel que no se sienta con ánimo de vivir la maravillosa aventura de aprender, es mejor que no aprenda.
Yo propongo a todos los amantes sinceros del conocimiento el establecimiento de cursos prolongadísimos, con anuncios en todos los periódicos y en las estaciones del subterráneo.
“Aprenda a tocar la flauta en 100 años”.
“Aprenda a vivir durante toda la vida”.
“Aprenda. No le prometemos nada, ni el éxito, ni la felicidad, ni el dinero. Ni siquiera la sabiduría. Tan solo los deliciosos sobresaltos del aprendizaje” .
Alejandro Dolina

jueves, 29 de agosto de 2013

Fito Páez "Al lado del camino"

El cine, las traiciones, los enigmas,
Mi padre, la cerveza, las pastillas,
Los misterios, el whisky malo,
Los óleos, el amor, los escenarios,
El hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis 10 tías
Me hicieron este hombre enreverado.

miércoles, 31 de julio de 2013

"Después de un Tiempo", precioso poema de William Shakespeare

"Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas. . .
Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. . . .
Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. . .
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma. . .
Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el placer de disfrutar su compañía.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la última vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve. . . . .
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias . . .
Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te pise cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.
Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho mas de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.
Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porqué hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo. . . . .
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.
Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla! ! ! !"

lunes, 29 de julio de 2013

De Planeta Lolo, "El robot humano".

El robot humano

Saquenlé el chip,
déjenla pensar, la persona mecánica,
está absorbida, chupada, domesticada, no sabe dónde está,
sólo repite,
es el eco del sistema.
Programada para no pensar.
Conoce sus límites a la perfección y los va a respetar,
es el robot humano;
su cerebro, duro como el metal.
Tiene miedo de sentir, llorar, no sabe como va a reaccionar…
Las emociones lo confunden,
lo asustan, lo desordenan.
El robot humano, el robot perfecto:
barato, responsable, alineado, simpático, obsecuente, sumiso, eficiente, masoquista.
Sí dígame, sí señor, enseguida, horas extras, cómo no, mande señor.
Da lástima, da bronca, da poco y nada.
Nace, sobrevive, y muere. 
No siente, no transpira, no piensa, no es.


Diego Pittaluga